Fuerza es rendir á Dios el tributo de la vida que nos concede.
Al nacer, ley es morir. Tales son los designios del Omnipotente, decretos que la humanidad cristiana acata con profundo respeto.
«La vida es sueño» dijo el más fecundo de nuestros bardos, el inmortal Calderón… ¿Por qué, justo Dios, si eres suma bondad, omnipotencia suma; si nada se mueve ni agita sin tu voluntad excelsa, nos adormeces en el sueño de la vida, en ese dulce sueño de halagüeñas esperanzas, de doradas ilusiones, para despertarnos en la terrible agonía de la muerte? ¡Si nos permitieras, al menos, fenecer en la decrepitud, en el ocaso de una dilatada existencia, al rigor del enorme peso de los años! [Leer más…] acerca deMaría Rita Guzmán