Es indudable, oh alma !, que quisimos
vivir la Vida muy de prisa: ese
fué nuestro error fundamental… Un loco
afán, una insaciable sed de vida,
turbó nuestra razón, y nos lanzamos
a conquistar la formidable cumbre
donde se asienta la Verdad que, absorta,
con una enorme turbación de nupcias,
se nos dió toda… Y la verdad fué nuestra !
Inaccesibles sobre nuestra cumbre
– tal un águila erguida sobre un risco –
las primicias del triunfo disfrutamos;
y ella, la huraña, fué como hembra pródiga
a la voracidad de nuestros besos…
Desde entonces, oh alma !… desde entonces
tuvimos los secretos de la Vida,
nuestra duda trocóse en certidumbre,
y nuestra certidumbre en desencanto:
a la tristeza de ignorarlo todo
siguió el dolor de la sabiduría !
Y fué nuestro dolor sin esperanza !
Quien nada espera nada cree; pero
Aprendimos la Ciencia de la Vida
En la desolación de nuestro triunfo !
Hemos llegado…! Hemos llegado ?…
Acaso hemos tergiversado nuestro oculto
Sentido de la Vida… En tu tristeza
ví la consumación del sacrificio
y tu impotencia ante lo irremediable…
Oh mariposa que en tu propio fuego
quemaste el polvo de oro de tus alas:
tú y yo sí comprendemos la tortura
de Prometeo atado a ingente roca !
Con nuestras manos, cual si fueran buitres,
Nos arrancamos todos nuestros sueños:
borramos todo inútil espejismo
que decorara nuestra perspectiva
interior; mas la cumbre nos dió en cambio
su facultad de dominarlo todo
y ver todas las cosas de la tierra
como a vista de pájaro…
Y ahora …!
Ahora iremos por todos los caminos
con nuestra fortaleza por escudo;
haremos florecer en cada yermo
una como ficción de primavera;
habra la floración de una sonrisa
comprensiva y piadosa en nuestros labios
para todos los débiles del alma
que quedan rezagados en su ruta;
y para aquellos que a nosotros lleguen
conscientes de su fuerza, les daremos
nuestras manos, en son de bienvenida !
Bibliografía y notas
- Dollero, A. (1919). Sed de Vida. Cultura Cubana, la provincia de Matanzas y su evolución. Habana: Editorial Seoane y Fernández. p. 216
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